Entre Drogas y Alcohol :

El último estudio elaborado por la Subsecretaría de Atención a las Adicciones de la provincia de Buenos Aires (SADA) recogió la opinión de 1925 estudiantes secundarios de escuelas públicas y privadas del territorio bonaerense que, de manera anónima, aceptaron responder sobre su relación con el alcohol y con el acceso que tienen a las drogas.

La encuesta, que abarcó a alumnos de entre 16 y 20 años, sirvió para testimoniar una realidad que ya ha adquirido dimensiones alarmantes. En efecto, según las cifras dadas a conocer recientemente, en la Argentina se consumen anualmente 40 litros de cerveza, 50 litros de vino y 2,6 litros de bebidas destiladas en promedio por cada habitante mayor de 15 años. En cerveza, el promedio es mayor entre los jóvenes y se ha quintuplicado durante la última década. Por otra parte, en la provincia de Buenos Aires hay 480 mil personas de entre 16 y 65 años que abusan de bebidas alcohólicas, y cerca de 300 mil menores de entre 12 y 15 años que consumen alcohol con regularidad.

Con relación a los estupefacientes, para casi el 40 por ciento de los alumnos de la provincia conseguir sustancias como la marihuana o la cocaína es una tarea fácil o muy fácil, en tanto que cerca del 25 por ciento reconoció tener escasa o directamente ninguna información sobre el uso de drogas. Otro punto interesante del trabajo está relacionado con la edad de inicio en el consumo de drogas tanto legales como ilegales: casi el 30 por ciento de los chicos admitió haber fumado tabaco por primera vez entre los 14 y 15 años, en tanto que el 34 por ciento de los chicos se inició en el consumo de cerveza a esa misma edad. En el caso de las drogas ilegales, cerca del 5 por ciento de los chicos reconoció que fumó marihuana por primera vez a los 14 años, mientras que casi el 8 por ciento lo hizo entre los 16 y 17 años. En lo que hace al consumo de cocaína, casi el 2 por ciento la aspiró por primera vez a los 16 años. Hoy son más las personas que consumen drogas, y hay más cantidad y más facilidad para adquirirlas.

Lo que demuestra este relevamiento, en definitiva, es la necesidad de acentuar el trabajo preventivo entre los jóvenes y, muy especialmente, la lucha contra las adicciones. Por otra parte, no puede dejar de mencionarse que existe, además, una amplia gama de problemas relacionados en los que la droga y el alcohol tienen directa o indirectamente un papel causal en los adolescentes de áreas educativas de primaria y secundaria: en problemas médicos, tanto físicos como psicológicos; en las relaciones familiares, laborales, sociales o educacionales como bajo rendimiento y deserción escolar; accidentes domésticos, laborales y de tránsito; conductas violentas y lesiones autoinfligidas. Las drogas y el alcohol son los responsables, de manera directa e indirecta, de casi el 70 por ciento de la muerte de jóvenes en la provincia de Buenos Aires. En consecuencia, no son las áreas de prevención en las adicciones las únicas que deberán actuar frente a semejante problemática. Por el contrario, será necesario que, coordinadamente, actúen también otras dependencias gubernamentales: de las áreas de salud, de las especializadas en las problemáticas de la minoridad y también de las vinculadas a cuestiones sociales diversas. Asimismo, y desde los establecimientos educativos, los programas preventivos se convierten en una prioridad, debido a la necesidad de formar integralmente a los futuros adultos para que puedan desarrollarse adecuadamente y así integrarse en la sociedad. Por último, los padres, que tienen una responsabilidad ineludible, pueden y deben cumplir un papel fundamental para colaborar en la lucha de este fenómeno cada vez más preocupante.